martes, 30 de noviembre de 2010

LAS CHUZADAS DEL DAS.....EL LARGO BRAZO DE LA IMPUNIDAD!!!!

Este tema sobre las “chuzadas” del DAS hubiese merecido unos protagonistas  con más criterio y menos susto.   Seguramente otra cosa hubiese sido este episodio con los directivos de la década pasada de los 90´s.    Esos sí sabían para qué era el DAS y para qué ese poder en sus manos.  Eso de las chuzadas es cuento viejo y a muchos nos chuzaron y nos persiguieron con saña criminal desde el DAS en la década pasada.  Y nada pasó. El 2 de octubre de 2005, el representante Carlos Alonso Lucio del M-19,  “hace públicas varias grabaciones en las que conversan el director en Colombia de la DEA con sus superiores en Washington y en la que, según Lucio, se demuestra la conspiración de la DEA contra el gobierno de Samper” y nadie explicó quién o qué entidad chuzó esa conversación, ni cómo obtuvieron la indagatoria de Santiago Medina, tampoco lo explicó nadie. Sin embargo  todo se supo, pero nadie respondió judicialmente. El periódico La Prensa, dirigido valientemente por Juan Carlos Pastrana, denunció y publicó ampliamente esas irregularidades.  Era la época del “mamola” para los que reclamaban trasparencia del gobierno.

Estos funcionarios del DAS del caso reciente, en lugar de andar a las escondidas en el tsunami mediático que les montaron los que  en la década pasada estaban manejando y cerca del DAS de entonces, debieron darle la cara a los Colombianos y entregar a la opinión pública todos los archivos e investigaciones que hicieron y enfrentar develando a los enemigos de nuestra estabilidad democrática y que ahora fungen de adalides  de la justicia y absurdamente son jueces, cuando en realidad  deberían tener  otra posición en los estrados judiciales.  La seguridad del estado es una función estratégica y vital para cualquier país, que permite, sin mayor explicación, aplicar el inmediato desalojo de su territorio a quien consideren peligroso para su seguridad nacional y tener corticos en sus andanzas a personajes que mantengan nexos con estados hostiles o grupos terroristas, porque de no hacerlo, por equivocados cálculos políticos que no van en este tema, sus resultados serian de un costo muy alto para el país y los ciudadanos.  Con mayor razón se debe ejercer milimétricamente cuando se trata de elementos abiertamente hostiles con el sistema democrático al que con el crimen y el terrorismo han tratado de derrocar para imponerle al pueblo un sistema comunista, esclavista y genocida.

Pero que  a raíz del asilo de la exdirectora del DAS en Panamá, ciertos personajes hipócritamente se rasguen sus vestiduras y emitan alaridos de hienas escandalizadas por ese asilo, produce nauseas.  Eso de victimizarse cuando han guardo silencio frente a asilos peores, cuando han callado frente a asilos de lesa humanidad, frente a asilos de sindicados y procesados con los que tuvieron o tienen ocultas militancias y vergonzosos  silencios, los deja en evidencia repugnante y pecaminosa.  Los que hoy gritan por este asilo, personas y organizaciones,  han guardado silencio cómplice en muchos casos, como estos:  

CASO ALVARO LEYVA.- “En 1994 José William Romero, campesino de 70 años que movió más de $10.000 milones en su cuenta bancaria en cuatro meses, giró a su nombre un cheque por $49 millones. Romero era empleado de Jairo Aparicio Lenis, prófugo de la justicia acusado de enriquecimiento ilícito. Leyva dijo en indagatoria ante la Fiscalía que era un pago por la venta de unas volquetas a la empresa minera Cominco, de la cual Aparicio era socio. No obstante, no ha podido acreditar la existencia del contrato de compra-venta. Pocos días después de la declaración de Leyva, Aparicio sustentó esta versión ante una notaría en Ipiales. La Fiscalía le dictó a Leyva medida de aseguramiento. Leyva salió a México y luego a Costa Rica donde pidió asilo político….Ha sido acusado de "estafeta de la guerrilla" y ha sido citado a diversos juzgados a explicar sus vínculos con la subversión. Inclusive en 1991, el senador Armando Varona lo denunció por enriquecerse como mediador de secuestros.”

En este caso, Leyva era amigo personal del presidente del momento, Andrés Pastrana.   Sin embargo se asiló aduciendo persecución política judicial.  Y los escandalizados fariseos de hoy, guardaron humanitario silencio.

De 'Hernán Ramírez', 'Miguel Díaz Pachi', 'Juan Antonio Rojas' y 'Olga Lucía Marín' se afirma que son vistos en Europa gozando de extraña protección política haciendo  acción internacional de las FARC y que en  Carolina del Norte hay un grupo grandecito de colombianos,  abiertos seguidores de las Farc, que posan de ecologistas y ninguno de los escandalizados de hoy han dicho nada.

CASO GLORIA LARA  DE ECHEVERRI.- Las siguientes personas, miembros de una organización armada clandestina- Organización Revolucionaria del Pueblo- ORP, de ideología comunista- algunos de ellos vinculados a la Universidad Nacional, fueron condenados en 1992 a 28 años de cárcel por el secuestro y asesinato atroz de la Directora de Acción Comunal, la señora Gloria Lara de Echeverri, ocurrida el 23 de junio de 1982 en Bogotá, Colombia.  En octubre 3 de 1983, contra toda evidencia en el proceso, pues habían confesado libremente el crimen, un juez ordena su libertad.  Esta medida fue revocada y ordenada su recaptura un mes después por el Tribunal nacional, pero en diciembre del mismo año (1983) se conoce que los asesinos se encontraban en Europa en calidad de “refugiados políticos” o sea asilados.  De manera que fue imposible recapturarlos y, asilados, se establecieron en Europa. Sus abogados presentaron recurso de casación ante la Corte Suprema y esta institución de justicia en forma inexplicable dejó vencer los términos en el 2002, sin resolver el recurso, con lo cual el caso se quedó sin sanción penal, pese a que habían sido condenados a 28 años de prisión.

Estos los nombres de los condenados asilados: Hernando Franco D´Laytz (Universidad de París); Martha Filistrof de Franco (Suiza); José Miguel Gamboa López (Instituto Bruno Kresty, Austria); Miguel Ángel Vargas; Gloria Medellín; Diana Giraldo; Graciela Inés Acosta ; Víctor Rojas (Escribe poesía y recibe galardones de la academia sueca); Juan Tadeo Espitia Supelano; Fredy José Rivera Arboleda; Gilberto Antonio Rivera Mesa; Froilan Rivera Mesa (Trabaja en Suecia en ONU); Emperatriz Santander Cancino (Se hace Sandinista  y vive en Nicaragua desde 1987); Robinson Rafael Rivera Arrieta; Rodrigo Alberto Penilla Candela; Betty Suárez; Enán Lora(Se quedó en Colombia vinculado al GEGA grupo que asesinó al candidato presidencial Álvaro  Gómez Hurtado)

Se sabe que tienen nacionalidades de: Dinamarca, Francia, Suecia, Austria y España.  Se sabe también que los apoyan: Amnistía España y la federación Española de derechos humanos, entre otras ong.  Organizaciones con las que mantienen estrecha relación nuestras ong`s colombianas, cuyos miembros hoy rasgan sus vestiduras por el asilo de la ex directora del DAS.

“La diplomacia de las FARC que les permite llevar su gente a Europa, se hace a través de unos abogados intermediarios.  Es decir, hay unos tipos que se han especializado en derecho de emigración, y se encuentran en Suecia, en España, en Francia, en Londres.  A esa gente ya la tiene contactada las FARC; ellos les pagan a estos tipos, y organizaciones como Amnistía Internacional y la Federación Española de Derechos Humanos, para presentar el caso como si se tratara de perseguidos políticos.  Estos tipos que trabajan con las FARC, reciben los casos, les dan la plata y ellos los tramitan y les consiguen el asilo. Tienen muy bien montado el negocio, pues por cada trámite cobran alrededor de US$ 10.000.” (Gloria Lara. La Flor de la esperanza. Luz María Echeverri Lara,  marzo de 2006)

El juez 16 superior Enrique Alford, el 3 de octubre de 1983, los dejó en libertad, plasmando para la historia judicial de Colombia, su militancia ideológica, lo que le aseguró la crítica de muchas personas, entre ellas el procurador Carlos Jiménez Gómez.

Dos meses después el Tribunal revoca la decisión de Alford y ordena recaptura de los 18 autores del crimen de Gloria Lara…pero ¡oh sorpresa!, ya estaban en Europa, gozando de excelente y oportuno ASILO.  Sin embargo Alford no acata la orden del Tribunal y no ordena la captura de los criminales, hasta que el proceso pasa a otra juez, la 39.  En junio de 1985, extrañamente, el caso es calificado por Alford, quien no llama a los 18 criminales a juicio, pero en cambio,  en  julio de 1985, su nombre es propuesto para formar parte de la Corte Suprema de justicia.  En aquella ocasión no alcanzó los votos necesarios, pero luego de unos años sí.  A los 4 meses eran quemados los magistrados de la Corte Suprema por parte del M-19.  Cría cuervos…..

Enrique Alford, premiado por la judicatura, para 1997 era magistrado del Tribunal de Bogotá.  En 1986, octubre 7, el Tribunal revoca la medida de Alford y llama a juicio a los 18 criminales. Y en agosto 20 de 1992; el Tribunal Nacional, condena a 28 años de prisión a todos los autores materiales del crimen de Gloria Lara.

En 1995 el proceso va en  Casación a la Corte Suprema de Justicia.  El magistrado ponente fue Carlos E. Mejía Escobar y se nombra conjuez a Fernando Arboleda Ripoll, quien se inhabilita por haber asesorado a los abogados defensores de los criminales en cabeza de Alejandro Hernández y Gustavo Gallón!!, connotado “defensor de derechos humanos” del Cinep y la Comisión colombiana de juristas.  De manera que se nombra nuevo conjuez y escogen a Alfonso Gómez Méndez !! En agosto de 1995 el proceso pasa a concepto de la procuraduría.  En mayo de 1997 el procurador Germán Pabón Gómez emite concepto luego de dos años!!!.

En 1997 el nuevo magistrado ponente fue Jorge Aníbal Gómez Gallego, quien tres años después decreta la prescripción del proceso, porque resulta que luego de ejecutado el auto de proceder el termino de prescripción es de tan solo 10 años.  Tan bien asesorados jurídicamente estos criminales.
Como ominoso corolario, recordemos que el proceso llegó a la Corte, el 22 de febrero de 1995,  un año y medio antes de su prescripción.

De estas aberraciones, impunidades y descarados asilos no dijeron nada los hipócritas  escandalizados de hoy.  Como siempre, jugando a la amnesia de nuestro pueblo y a la perenne impunidad que los cubre.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Los tigres de papel



Los tigres de papel

Por César Castaño

Opinión: En Colombia es común analizar la guerra tras los escritorios. Los expertos creen conocerlo todo, excepto la experiencia de quienes enfrentan la crudeza del conflicto en el campo de combate
A raíz del repudiable atentado terrorista cometido, por las Farc contra el coronel Édgar Javier García Nieto, comandante del Batallón de Ingenieros 27, en Puerto Asís, escuché en un programa de opinión a un reconocido analista, un académico que, al ser preguntado por un periodista sobre el hecho, comentó que el oficial había muerto por exceso de confianza y falta de aplicación de medidas de inteligencia.
La ligereza con que se refirió al tema este experto hace pensar que en el país abundan los tigres de papel, analistas de escritorio que sin jamás haber pisado un área de combate, desarrollan rigurosos estudios sobre el quehacer militar. Para algunos de ellos, Colombia es una especie de extensa gramilla sobre la cual patrullan cómodamente los soldados, esos mismos que por “descuido” permiten que los hieran o asesinen.
Vale decir que estos “analistas” se han formado en prestigiosas universidades y especializado en el exterior, sus ingresos les permiten vivir seguros en las ciudades, aferrados a no pocas comodidades, protegidos por trincheras que se alzan tras cómodos escritorios y modernos teclados.
Entre ellos los hay quienes se atreven a ser temerarios, que se internan en el Country Club o en Los Lagartos, quizá para recrear la sensación de caminar por selvas y montañas. Igual que los militares, los “expertos” enfrentan cada día difíciles decisiones, como aquel instante en que deben seleccionar el vino que acompañará un exquisito platillo, una circunstancia nada comparable con las frías raciones de campaña que deben comer los soldados cuando están en áreas difíciles.
Por lo general son invitados obligados a actos sociales, lo cual les garantiza aparecer en retocadas fotografías en las páginas de periódicos y revistas, siempre luciendo esa tímida sonrisa que les ayuda a reforzar una pose intelectual. Su fama es tal, que son invitados, generalmente los mismos tres o cuatro, como panelistas en programas de opinión. Dirigen además conversatorios sobre la guerra, planean foros y encuentros, pero además han descubierto en sus “conocimientos” una excelente fuente de ingresos, constituyendo fundaciones para estudiar el conflicto.
La verdad no se puede descalificar de lleno a un experto pues, al igual que tantos otros, ellos han convertido la guerra en un negocio lucrativo. Sin embargo, guardo serias reservas sobre el valor de esas sesudas apreciaciones que aparecen a diario en los medios. Reconozco que el estudio de la guerra es necesario, pero ojalá este vaya acompañado del conocimiento de esas “peculiaridades” que ella encierra, algo muy común en otros países, donde los analistas son generalmente veteranos de guerra e incluso ex guerrilleros, claro está, con la debida formación académica.
Esta reflexión no es una crítica a quienes desde el ámbito civil abordan estos temas, pero sí un llamado de atención para que más allá de teorías y ligeras apreciaciones, conozcan de primera mano todas aquellas situaciones que enfrentan los soldados en las zonas de combate.
Ojala los analistas que tanto saben del conflicto supieran qué es caminar de noche en el monte, pensando en dar el siguiente paso cuidadosamente, para evitar accionar una mina o caer a un abismo. Ojalá conocieran que se siente al recibir, en la selva, una noticia sobre la muerte de uno de los padres o el nacimiento de un hijo, sin poder tomar contacto con los suyos. Ojalá esos expertos de mirada adusta y amplio recorrido académico comprendieran qué pasa por la mente de un soldado cuando enfrenta a un grupo armado ilegal que en medio de un nutrido fuego, toma como escudo a una familia o a los pequeños alumnos de una escuela.
Ojalá nuestros analistas, cuando estén elaborando sus frías estadísticas, entendieran lo que siente un militar al ver caer sin vida a un compañero, o peor aún, cuando se ven enfrentados a la impotencia que provoca una lenta agonía en un alejado paraje. Ojalá los expertos conocieran todas esas realidades que esquivan en sus análisis, pues generalmente escriben fríos y calculados artículos que pretenden “orientar” la opinión de sus extraviados admiradores.
No necesariamente un analista del conflicto debe tener experiencia militar para ejercer su oficio, pero ojalá aprendieran de las enseñanzas de hombres como el coronel de ingenieros Édgar García. Este valioso soldado asesinado por las Farc, casado y padre de cuatro niños, en 21 años de servicio se formó académicamente como pocos. Su conocimiento del país le permitió interactuar con autoridades civiles y pobladores, honrando siempre su uniforme y promoviendo el respeto por los derechos humanos, un perfil que, seguramente, causaba gran molestia al grupo terrorista que lo asesinó. El oficial contaba con una amplia experiencia profesional, producto de enfrentar cada día nuevas batallas, bien con las ideas, bien con las armas.
Son estos los soldados que, en ocasiones y sin contemplación, critican los expertos. Tigres de papel que sugieren permanentemente a la opinión pública, qué deben pensar sobre el conflicto. Ellos en el fondo saben, con contadas excepciones, que en algún momento de sus vidas se enfrentaron a una comprensible cobardía, pues rehusaron aprender por experiencia propia las lides militares, aunque dirán que en estos casos, los de la guerra, es mejor vivir de ella y de paso, por aquello de la supervivencia, echar mano de la experiencia ajena, que en el caso del coronel García sólo se puede entender en una palabra, aquella que los versados en complejas teorías de la guerra desconocen: heroísmo.

*Historiador militar

http://www.semana.com/noticias-opinion/tigres-papel/146787.aspx

LOS MILITARES SON HOMICIDAS PARA MINDEFENSA

Por Ricardo Puentes Melo

A estas alturas del paseo, ya nada debería sorprendernos. Hemos observado el giro inexplicable de la política pública sobre seguridad; y también sufrimos el recrudecimiento de los ataques terroristas que se ha desbordado en campos y ciudades. Todo gracias al aire que se le dio a la extrema izquierda mediante el abrazo y los honores militares rendidos al tirano de Miraflores cuya enorme comitiva llegó cargada de maletines extrañamente similares a los que llegaron a la campaña presidencial de Argentina; la diferencia es que allá ganó Cristina mientras que aquí pareciera que los terroristas hubieran conseguido los recursos necesarios para arreciar sus ataques contra la población inerme.

Las célebres locomotoras del progreso santista no aparecen por ningún lado. En cambio, sí desfilan por montones los vagones macabros rebosados de las víctimas de una democracia babosa que no termina por convencer a millones que votaron por la continuidad de la Seguridad Democrática.

Militares: ¿son homicidas, como dice el ministerio de Defensa..?

Las ideas del presidente Uribe, su esfuerzo titánico de ocho años para combatir la narcoguerrilla, pareciera que han ido a parar a la letrina donde el cura Giraldo deposita parte de su humanidad.

Hace unos cuantos años, observamos inermes cómo el ministro Camilo Ospina junto al fiscal Mario Iguarán asestaban un navajazo a la yugular del Ejército sepultando la Justicia Penal Militar y entregando los soldados a la Justicia Ordinaria, en manos de la mafia. Tiempo después, el entonces ministro Santos expulsaba del ejército a 27 oficiales acusándolos de Falsos Positivos sin más pruebas que un mentiroso informe elaborado por el general Carlos Suárez Bustamante (La Machaca), al servicio de Cepeda y Piedad Córdoba, y también rubricado por el guerrillero amnistiado Carlos Franco. El informe fue avalado por el general Fredy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Armadas, y desde entonces la Fiscalía General de la Nación y las Cortes han hecho fiestas con el ejército, volviéndolo trapo de limpieza.

Con la llegada de Rodrigo Rivera pensamos que eso iba a mejorar. Y más aún con el nombramiento de Rafael Guarín como viceministro para las Políticas y Asuntos Internacionales, viceministerio encargado también del tema de Derechos Humanos en las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, un documento que nos llegó por el correo de la brujas, apunta a que todo esto empeorará y que el ejército será sometido, atacado con más crueldad, desde las entrañas mismas del ministerio que debería protegerlos y cuidar su derecho al debido proceso.

El documento de marras es un documento firmado por la señora Aurora Ramírez de Araoz, Directora Ejecutiva de Justicia Penal Militar, y en donde oficia a todos los Jueces de Instancia, Fiscales y Jueces de Instrucción a que diligencien un informe –por orden del Sr. Rafael Guarín- donde relacionen todos los preliminares y sumarios que a la fecha cursan en cada despacho judicial por el delito –léase bien- de HOMICIDIO EN COMBATE.

Para quienes conocen del tema jurídico, este delito no existe. Hay bajas en combate, criminales muertos en combate… pero no homicidios en combate. Los homicidios todos tienen cárcel.

Lo que nos está diciendo aquí la Dra. Aurora Ramírez de Araoz, por orden del Dr. Rafael Guarín, es que las bajas de guerrilleros y terroristas en combate que han hecho los militares, son homicidios dignos de castigo. Y si las bajas en combate son homicidios, nuestros soldados son –por fuerza- homicidas, asesinos.

En la guerra jurídica y mediática que libran contra el ejército, la izquierda terrorista comienza a implantar sus términos cambiando los que condenan a los terroristas. Por ejemplo, a los secuestrados por la guerrilla los llaman “retenidos”, a los guerrilleros asesinos los llaman “rebeldes” y a los criminales dados de baja los llama “homicidios en combate”. Todo, para conseguir la ansiada beligerancia para los terroristas.

Beligerancia que puede salvarlos de la cárcel, de las condenas por narcotráfico, homicidios, asonadas, secuestros, extorsión, concierto para delinquir y un sinnúmero de delitos que podrían esperarlos para cuando sean capturados vivos, a menos que sean “asesinados” por nuestros soldados.

Copia del esperpento



Es muy extraño que la Directora Ejecutiva de Justicia Penal Militar, y el viceministro Rafael Guarín, abogado experto en antiterrorismo, contrainsurgencia y guerra irregular, desconozcan que el delito “Homicidios en combate” no está tipificado en nuestro código, aunque posiblemente los del Colectivo Alvear Restrepo estén haciendo lobby para que sea incluido en la reforma a la justicia que está marchando.

Consultamos a los abogados Miguel Fierro (Un millón de voces contras las FARC), y Víctor Cetina, profesor universitario; están ambos de acuerdo en que las bajas en combate que ocasione el ejército, son totalmente legítimas, en cumplimiento a un deber constitucional; en tanto que los muertos que ocasione la guerrilla son –esos sí- homicidios. En un fuego cruzado entre delincuentes y soldados, las bajas de bandidos nunca podrán tipificarse como un delito de “Homicidio en Combate”… eso es totalmente absurdo.

¿Será que está en marcha un nuevo proyecto gubernamental de “ablandamiento” para ir caminando hacia lograr la beligerancia de la guerrilla…? ¿Será que esto no fue más que un error del viceministro y de la Directora ejecutiva de Justicia Penal Militar..?

Nos preocupa también el llamado urgente a reportar estos “homicidios”. ¿Ocurrirá una masiva condena a militares valientes…? ¿Formará parte este expediente de “homicidios” de algún acuerdo oculto con las Cortes y la Fiscalía…? ¿Van por la cabeza de Uribe..?

No lo sabemos aún porque, aunque hemos tratado de contactar al Dr. Guarín y al ministro Rivera, no recibimos respuesta. Si la hay, con gusto la anexaremos.

Entretanto, quedamos con la zozobra de tal vez estar contemplando el principio del fin.. pero no de la guerrilla sino de nuestro ejército.

(“Homicidos en Combate”… ¡Qué barbaridad..! )

Nota: Si los militares son “homicidas”, ¿quienes los defendemos y protestamos a su favor qué somos…? ¿Cómplices de homicidio..?

Septiembre 07 de 2010