jueves, 23 de julio de 2009

CARTA A UN GRAN AMIGO

Estimado Padre Llano:

Nos es grato poder encontrar personas con tal altos gestos de gratitud frente a los héroes de Colombia. Estas líneas que nos dedica en Loor a los héroes muestran su entereza, patriotismo y valentía al exaltar a nuestros soldados quienes a diario sacrifican su vida por la patria y que a diario son victimas de juicios y acusaciones injustas. Estos héroes, que de manera similar a los sacerdotes, son abnegados constructores de paz bajo principios éticos y cumpliendo la voluntad de Dios, merecen del reconocimiento del país entero frente a su noble y valiente misión, pues nadie ama mas a su pueblo que aquel que da la vida por él.

Pero mi estimado padre, es también importante reconocer la labor de muchos otros héroes, quienes de manera silenciosa trabajan dirigiendo y liderando a nuestros soldados en las noches frías, en la soledad inclemente y en los extensos campos y selvas de nuestro país. Estos valientes líderes anónimos son aquellos comandantes de pelotón, de batallón y todos aquellos oficiales y suboficiales que trabajan de manera conjunta con nuestros soldados, para darles paz y tranquilidad a todos los colombianos.

La gran fraternidad y unión familiar que existe al interior de la Fuerza Pública, que va desde el soldado hasta el general, muestra la unión de las tropas, el trabajo en equipo y un verdadero sentimiento patrio. El trabajo de todos nuestros héroes es inmenso, como inmenso nuestro sacrificio y dedicación que se alimenta con las muestras de agradecimiento del pueblo colombiano a todos los integrantes de nuestra gran familia.
Es tal la unión, que cuando un soldado, un sargento o un general en cumplimiento de su deber cae herido o muere, el dolor es inmenso para toda la unidad, incluso es mucho mas fuerte para los oficiales y suboficiales por el sentimiento de paternidad y cariño que se llega a tener por sus soldados; un dolor similar al de un padre cuando pierde a un hijo. En esencia mi querido Padre, todos sin distinción ni rango, somos soldados de la patria.

Al igual que nuestros nobles soldados, base primordial de nuestra institución, estos otros héroes han dedicado y sacrificado todo su tiempo, su familia, su comodidad recorriendo un largo trecho lleno de conflictos, problemas, tristezas y dolor. Así como para ser Cardenal se empieza desde acolito y se pasan muchas mas duras etapas, para ser oficial o suboficial también se recorren y soportan duros avatares para llegar a la meta.

Es pues mi querido padre, que de manera amable y fraternal, queremos recordar que los soldados no recorren ni defienden la patria solos, caminan bajo el liderazgo y mirada vigilante de otro grupo de héroes que de manera callada cuidan de sus hijos putativos para construir un mejor país. Al contrario de lo que comúnmente se cree, los oficiales y suboficiales del la Fuerza Publica han sacrificado su vida con la misma valentía y dedicación que los soldados, pues en esta familia todos vivimos por un mismo sentimiento que se llama patria.

Loor también para nuestros otros héroes, los oficiales y suboficiales.

Con un profundo sentimiento de admiración.

Centro de Estudios Sociopolíticos de ACORE

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