miércoles, 26 de enero de 2011

Una entidad fortalecida en valores

La Asociación de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares de Colombia (Acore), hereda la tradición de un grupo de viejos servidores de la gran milicia nacional, que, reunidos un 25 de noviembre de 1960, dan vida a este gremio con la meta de mantener, en la condición de retirados, la institucionalidad, la amistad y la camaradería.

Gestas pretéritas los vieron formando en filas para los grandes compromisos de un agitado sur, de convulsionados enfrentamientos políticos fratricidas en la época de violencia o de una Corea lejana y enaltecedora del valor del combatiente colombiano. Coincide la creación de Acore con el sesquicentenario de la independencia.

Eran años de racismo acentuado, de turbulencia en los movimientos sociales, de explosiones rebeldes de la juventud en las aulas, la proliferación de las barbas como herencia cubana y su incipiente revolución, las fotos de Fidel Castro y un Che Guevara falsamente mistificado en un instante de inspiración fotográfica, consignas incendiarias del comunismo para repetir tantas Sierras Maestras como fueran posibles en América Latina.

Fue la década del cura rebelde Camilo Torres, quien dejara a su paso un breviario para morir tratando de ser lo que no podía ser: un guerrillero. Tiempo también de las "repúblicas independientes", el nacimiento de las Farc y el Eln y los embriones de otros movimientos armados. Aún no salimos de esa.

Hoy, tras 50 años, es un Acore maduro, recio, vivificador, pleno, que llega a la médula del organismo nacional; otros son los desafíos y otros muchos, los objetivos para garantizar la supervivencia institucional, no sólo de la asociación sino de cada estamento vital que, en medio de estrados judiciales y de la mano del desprestigio de criminales, amenaza su integridad y su identidad como nunca.

Un Acore que se abate y llora con las derrotas y los triunfos; que vive momentos de felicidad o de tristeza individual o colectivamente, caminando hombro a hombro y al paso acelerado de los tiempos modernos. Es una entidad que se ha visto fortalecida en valores, participante en cada causa en donde se realcen la solidaridad, la conciencia institucional y la defensa de las Fuerzas Militares que tuvieran en fila a sus integrantes. La salud, los salarios justos, el fuero militar, la seguridad integral y la unión de la Reserva Activa están en su mira permanente.

La asociación amplió las relaciones con entidades similares en Centro y Suramérica, lo que permitió concretar la creación de una ONG de tipo internacional en la que participan oficiales de Venezuela, Argentina, Bolivia y Uruguay, así como representantes civiles de otros países suramericanos y centroamericanos, dando origen a la Unión de Organizaciones Democráticas de América (Uno América).

Entre el 22 y el 25 de noviembre del 2009, el presidente de Acore representó a Colombia en el Foro Internacional Frente al Socialismo del siglo XXI, en Buenos Aires y Montevideo, así como en el reciente encuentro en Bogotá. Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, Acore presenta el recurso 'Amicus Curiae', documento desarrollado en defensa de los militares, en respuesta a que algunas ONG de izquierda elevaron ante la CIDH una acusación contra el Estado colombiano por violación de derechos humanos durante los hechos del Palacio de Justicia, en 1985.

Cincuenta años. Han sucedido tantas cosas de tanta significación que no cabrían en los corazones de sus miles de integrantes, unos que pasaron al retiro definitivo y otros que en filas de la Reserva Activa disfrutan plácidamente, en medio de amigos, compañeros y relacionados, unos más jóvenes, otros más viejos, todos en armonía, porque esa es la meta.

* Presidente Nacional de Acore

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